La verdad ha estado enterrada durante tanto tiempo que solo una persona puede desenterrarla, alguien que no sigue las reglas.

La magia ha sido robada.

La espada de un gigante, encerrada bajo llave.

Y nadie se lo cuestiona.

Excepto Liv Beaufont. Ella no solo lo cuestiona, sino que se queja abiertamente al respecto.

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Después de conocer a Liv en el primer libro y de disfrutar con los giros y vueltas de la historia, esta me sigue encantando. Me encantó cómo evoluciona el carácter de la prota a medida que abre su corazón y permite que las personas de su entorno entren en su vida.

Me di cuenta de que durante el libro mis pensamientos iban de un personaje a otro, «él es el malo. ¡Oh, él! ¿O es él?». Al final del libro 2 tengo mis sospechas, pero, la verdad, no tengo muchas pistas.

Aquí Liv continúa su búsqueda y hace nuevos amigos y aliados en el camino. Su vínculo con su familia se fortalece. El humor sigue siendo muy rápido entre ella y Rory, a quien adoro.

Estoy disfrutando muchísimo leyendo estos libros y he llegado a querer a los personajes como si fueran personas reales. Si te gustan los libros llenos de acción con una heroína que no se corta un pelo para decir las verdades a la cara y que le encantan los juegos de palabras, este es tu libro.